Es hora que los gobiernos y su personal en funciones, asuman formalmente la responsabilidad por su actuación en el plano virtual, ya que su desenvolvimiento en el ecosistema web -siendo actores sumamente trascendentes en el diálogo público-, no les permite continuar tomándolo con la soltura de un mero canal de expresión irrestricta.
Lo decidió el Supremo Tribunal Federal de Brasil, que refrendó la decisión adoptada el pasado 30 de agosto donde suspendió la red social que dirige Elon Musk e impuso multas de hasta 50.000 reales por día a quienes usen VPN para usar la red social incumpliendo la medida judicial.
Lo decidió el juez federal Daniel Rafecas, en una causa donde se la acusa de incitación a la discriminación por publicaciones en la red social X donde comparaba el Estado de Israel con el régimen nazi. Además, se le trabó un embargo por 10 millones de pesos.