El 16 de noviembre de 2009 el órgano judicial de la Organización de los Estados Americanos (OEA) examinó la situación estructural de violencia contra las mujeres basada en su género y sentó un importante precedente. Fue en el marco de tres feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez, México.
El femicidio de Úrsula Bahillo puso en evidencia distintas deficiencias estatales para dar respuesta a esta problemática. En ese contexto, cabe recordar esta decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que marcó un antes y un después en la responsabilidad de los Estados para prevenir, investigar y juzgar con perspectiva de género.
Un repaso de las decisiones más importantes adoptadas en los últimos 15 años: mujeres en contexto de encierro y conflictos armados, pobreza, minorías étnicas, orientación sexual, estereotipos, estigmatizaciones y la necesidad de un análisis interseccional del fenómeno.