Funcionará dentro de la Comisión Europea y tendrá a cargo la supervisión y evaluación de las capacidades y usos de los modelos de inteligencia artificial, con el objeto de minimizar sus posibles riesgos.
El día 24 de enero de 2024, en el seno de la Comisión Europea, se decidió crear la Oficina de Inteligencia Artificial –IA- la que formará parte de la estructura administrativa de la Dirección General de Redes de Comunicación, Contenido y Tecnología.
Para finalmente llegar a su creación, los integrantes de la Comisión citada tuvieron en cuenta la relevancia de IA en el mundo actual, entendiendo a la misma como un conjunto de tecnologías de rápida evolución que puede generar un amplio abanico de beneficios económicos y sociales en todos los sectores y actividades sociales, en el entendimiento de que lleva ínsita la posibilidad de múltiples y diversos riesgos que pueden menoscabar intereses públicos y derechos fundamentales.
En consecuencia, la Comisión propuso un Reglamento por el que se establecen normas armonizadas en materia de IA con destino al impulso del desarrollo, la utilización y la adopción de la misma en el mercado interior ofreciendo, asimismo, un nivel elevado de protección de los interese públicos, como la salud, seguridad y derechos fundamentales.
Lo que se pretende con esta creación es establecer las bases necesarias de un sistema único de gobernanza de la IA mediante el establecimiento de una estructura que supervise los avances en los modelos de IA, la interacción con la comunidad científica y la ejecución de normas
Entre las funciones de esta oficina se encuentran las de desarrollar herramientas, metodologías e índices de referencia para evaluar las capacidades de los modelos de IA de uso general, sobre todo aquellos que sean muy grandes y que puedan llegar a generar riesgos sistémicos.
Busca también supervisar la ejecución y la aplicación de las normas relativas a esos modelos y la aparición de riesgos imprevistos, en particular, respondiendo a las alertas del grupo de expertos científicos.
Además, investigará las posibles infracciones de las normas sobre modelos y sistemas de IA mediante la recopilación de reclamaciones y alertas.
Por otro lado, la Oficina creará foros de cooperación para los proveedores de modelos de IA a fin de impulsar las mejores prácticas y contribuir al desarrollo de códigos de conducta y código de prácticas.
Por último, cabe destacar que la Oficina contribuirá a la cooperación internacional en materia de IA en lo que respecta a la política de innovación y excelencia, con terceros países y organizaciones internacionales, mediante la defensa de la gestión responsable de la IA y el fomento de acuerdos internacionales sobre normas vinculadas a la temática, en particular, prestando apoyo a los Estados miembro.