Al no ser merecedor de la gratitud de la Nación, por ofender los valores y principios rectores de nuestros próceres. Se trata de la Orden de Mayo al Mérito y al Mérito Militar, y la Orden del Libertador San Martín.
El Gobierno Nacional publicó el retiro de las insignias Orden de Mayo al Mérito Militar, la Orden de Mayo al Mérito, y Orden del Libertador San Martín al difunto dictador chileno Augusto Pinochet Ugarte.
Lo decidieron al no ser “merecedor de la gratitud de la Nación Argentina ya que su accionar ofende los valores y principios rectores de nuestros próceres, resultando incompatible con los valores que representan la Orden de Mayo y Orden del Libertador San Martín”.
El decreto 455/2023 fue publicado este jueves en el Boletín Oficial junto con las firmas del Presidente Alberto Fernández, el Jefe de Gabinete Agustín Rossi y el Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto Santiago Cafiero.
Las insignias fueron entregadas en 1975 en manos de Isabel Perón, en 1976 de parte de su par Jorge Rafael Videla, y por el ex presidente Carlos Menem en 1993.
El Gobierno escogió esta fecha al conmemorarse el 11 de septiembre 50 años del golpe militar ejecutado por el entonces Comandante en Jefe del Ejército Augusto Pinochet Ugarte en la hermana República de Chile, que interrumpió el orden constitucional de ese país y asumió de facto por 15 años.
En el texto de la norma se detalla: “Queda cancelado para el ya fallecido Augusto Pinochet Ugarte y sus derechohabientes, el derecho a usar las insignias de la Orden de Mayo al Mérito Militar, la Orden de Mayo al Mérito, y Orden del Libertador San Martín oportunamente otorgadas”.
Durante su período de facto, Pinochet suspendió las garantías propias del Estado de Derecho e “implementó una política de persecución y violación de los derechos humanos y, a causa de ello, fueron asesinados numerosos opositores y militantes políticos”.
La decisión se da dentro de este año en la que la Argentina celebra los cuarenta años de democracia, reivindicando los valores humanistas, y rechazando cualquier acto negacionesta del terrorismo de Estado así como también las consecuentes violaciones a los DD.HH. Los considerandos del texto recalca sobre la incongruencia de que, “quien asaltó el poder y ejecutó políticas que avasallaron la vida y degradaron la condición humana, pueda invocar la dignidad que las condecoraciones otorgadas suponen”.