A 10 años de la primer audiencia videolfilmada... ¿En donde estamos?¿ Hacia donde vamos?. Algunas reflexiones desde los Juzgados 1 y 5 del fuero Civil y Comercial de La Plata.
* Por Maria Cecilia Valeros de Corica, Fabiana Maricel Coradi, Maria Gisela Fores y Guillermina di Luca
El motivo de éstas líneas tiene que ver con la idea de compartir con el lector la primera experiencia de celebración de audiencia videofilmada que data de hace diez años a esta parte, en el ámbito del Juzgado Civil y Comercial n° 1 de La Plata, para luego reflexionar respecto de los grandes avances que a nivel tecnológico que hemos experimentado desde aquel momento hasta la actualidad, acelerado sin duda, por el avenimiento del Covid – 19, y finalmente efectuar un análisis sobre lo que falta de cara a una justicia más transparente y eficaz.
En efecto, corría el año 2012. Con fines académicos, siendo titular del Juzgado Civil y Comercial n° 1 de La Plata María Cecilia Valeros de Corica, y Secretaria Fabiana Maricel Coradi, ambas profesoras de las Prácticas Civiles de la Facultad de Ciencias Juridicas y Sociales de la UNLP, tras advertir acerca de la necesidad e importancia para la formación del futuro profesional del alumnado, la posibilidad de vivenciar una audiencia judicial -en la práctica resultaba muy engorroso el acceso y participación, muchas de ellas se frustraban, o no todas las que se realizaban era posible observarlas-, se adquirió una cámara de grabación para incorporar al sistema, y nos lanzamos a “experimentar” videofilmar las audiencias probatorias.
Sin embargo, enseguida advertimos algunos inconvenientes, tales como el almacenamiento de los archivos por su peso, la existencia de numerosos CD Ìs que utilizábamos para resguardar el acto, además de la defectuosa calidad de imagen y sonido de la grabación entre otras cosas. Pero, no obstante ello, de algo estábamos seguras: aquello era mucho mejor que lo conocido.
Nos dimos cuenta que podíamos revivir un momento procesal determinado y recurrir a áquel tantas veces como quisiéramos, no sólo al momento de dictar sentencia, sino que podíamos compartir ese registro en ulteriores intervenciones en la causa.
Y al consultar a la Secretaría de Informática de nuestra SCBA, sobre los apuntados inconvenientes, apareció lo que podemos llamar como “la gran oportunidad”. Se nos informó que se estaba probando un sistema de videograbación de audiencias y allí fue cuando gratamente conocimos al sistema CICERO.
Desde el Juzgado Civil y Comercial n° 1 de La Plata se solicitó la realización de una “prueba piloto” , la que se llevó a cabo en el marco de una causa de desalojo. La misma se realizó en la sala de audiencias del Juzgado, participando en su momento los licenciados Alberto Spezzi a cargo de la Subsecretaría de Tecnología de la SCBA y la participación del Lic. Daniel Almada junto a su equipo, y así fue como los registros de esta audiencia pasaron a estar disponibles como puntapié inicial para el desarrollo futuro y el comienzo de las audiencias videograbadas.
Aquella experiencia fue única, pues contamos con la asistencia y sostén de quienes eran sus creadores, además del apoyo de la UNLP y la Asociación de Magistrados de La Plata. Se eligió una causa en trámite y frente al éxito de la misma se extendió la prueba piloto a varios Juzgados que tomaron de con agrado ésta experiencia.
En síntesis, éste recurso de la videofilmación permitió corroborar que la audiencia filmada (que incluía el registro con la grabación del acto), era perfectamente compatible con las garantías de defensa en juicio y el principio de contradicción.
Luego de ésta experiencia, el proyecto de Oralidad, acompañó el proceso, facilitando la estandarización del uso de la herramienta, posibilitando el intercambio de operadores para mejorar los tiempos de litigación en los procesos de conocimiento civiles, apostando a la calidad de la prueba y de la sentencia.
El plan de Oralidad logro difundir la práctica y conjugar la optimización de las herramientas tecnológicas.
Sala de audiencias en el Palacio de Tribunales de La Plata (Foto: SCBA)
Estamos convencidas, que hojas y hojas transcriptas con la mayor rigurosidad nunca podrán describir lo que con un gesto o un silencio muestra un testimonio oral. Y es que no hablamos solo de la registración de dichos actos. Hablamos de un cambio de posicionamiento. La videograbación de audiencias cambio el foco de escena. Ya no enfocado en guardar el acto en un documento, sino en preservar la riqueza de declaraciones que no representaban en su totalidad el acto que se había celebrado. Pensemos nada más en la colocación equivocada de una coma o de un punto que puede cambiar la totalidad de un contenido.
Nos detenemos aquí a describir que normalmente la audiencia era fijada tantas veces como partes ofrecían testimonios y posiciones generándose así un desdoblamiento de la audiencia de prueba. Muchas veces no intervenía el mismo audiencista y muy pocas veces el Secretario/a y menos aún el Juez/a.
Y si de incidencias hablamos, podemos señalar que eran comunes y producían un importante retraso y desgaste del acto. Los espacios físicos no eran los mejores, generándose un entorpecimiento en el intercambio de testigos y en el desarrollo del acto. Respecto a su realización era muy frecuente que se frustrara generándose innumerables pedidos de nueva audiencia, nuevas cédulas, nuevas diligencias de notificación, nuevas reservas de fecha en la agenda del juzgado.
Finalmente el Juez o la Jueza recién al momento de proyectar la sentencia daba lectura a las mismas. De igual forma para los Tribunales Superiores que seguían la misma suerte: la limitada lectura del acta de audiencia.
La audiencia videofilmada permitió y generó un sin número de ventajas:
Estamos en el camino que nos demuestra que la osadía de comenzar a trabajar con Tecnología nos aporta claridad, transparencia y una justicia abierta preparada para el proceso del futuro.
No debemos dejar de poner especial atención a las demandas de la sociedad que nos está exigiendo la realización de profundas transformaciones en la justicia. Es fundamental que el Poder Judicial se oriente al respeto de los derechos humanos, adoptando y profundizando las medidas que sean necesarias para garantizar una justicia accesible, moderna, independiente, imparcial y transparente.
Y como dice el Dr. Luis Palma, el desafío que afronta el Poder Judicial puede decirse que impone lograr mayor visibilidad y acceso a la información por parte de todos los ciudadanos; privilegio de la inmediación del habitante con el sistema, atención adecuada al ciudadano con respuestas acordes a su necesidad y la utilización de un lenguaje adecuado y claro de fácil entendimiento para quién no es operador judicial.
Debemos apostar también a la agilidad de los procesos judiciales, a reducir las demoras e incorporación de respuestas de calidad y transparencia, para ello será necesario contar con la capacitación necesaria para la óptima utilización de las herramientas tecnológicas que permitan desempeñarnos con calidad y en menos tiempo, es decir, reunir toda la actividad procesal en la menor cantidad posible de actos, de camino a lo que sin duda será la consagración virtuosa de la transformación del proceso digital: la automatización, la implementación de la IA y el big data entre otros.
Celebramos este avance, agradecemos a la Secretaría de Informática y a la Suprema Corte de Justicia en su momento representada por el Dr. Eduardo De Lazzari y Dr. Juan Carlos Hitters por la determinación política, y a todos los integrantes de los Juzgados Civil y Comercial n° 1 de este Departamento sin los cuales este logro no hubiera sido posible, destacando que todos éstos cambios que paulatinamente fuimos experimentando, importan sin duda una modificación en el modo de pensar y gestionar las oficinas judiciales, teniendo presente que estamos al servicio de quien viene a buscar justicia por eso nuestro gran capital son las personas. Ellas son las que generan e imprimen la fuerza para que logremos cristalizar el HACER JUSTICIA.
* Maria Cecilia Valeros de Corica (Jueza Juzgado Civil y Comercial n° 1 La Plata), Fabiana Maricel Coradi (Jueza Juzgado civil y Comercial n° 5 de La Plata), Maria Gisela Fores y Guillermina di Luca (Secretarias Juzgado Civil y Comercial n° 1 La Plata )